Apúntate a mi Newsletter y recibe la lámina exclusiva de Emociones de Educando en Conexión.

Me maravilla observar como mis hijas juegan, creo que el mayor placer de una madre no es el primer te quiero de su hijo hacía ella, sino hacia sus otros hijos.

Emma se lo dijo este fin de semana a Abril y me emocioné muchísimo.

En ocasiones me escriben lectoras preguntándome cómo he conseguido que mis hijas se lleven tan bien, cómo consigo que no tengan celos y alguna lectura recomendada.

La verdad que nunca sé bien como contestar, porque primero  creo que tienen celos como todos los hermanos,  segundo se pelean, como todos los hermanos, y tercero, no estoy segura de haber hecho nada especial, como todas las madres 😛

Desde luego no soy ninguna experta, yo también estoy aprendiendo a ser mamá de dos; pero lo que os cuento hoy es mi experiencia, por si a alguna persona le pudiera servir.

En esta entrada os intentaré dar mi visión acerca de las relaciones fraternales.

La semana que viene os daré 20 tips para suavizar la rivalidad entre hermanos (a los suscriptores del boletín os llegará hoy por ser lectores tan fieles y molones).

Si quieres suscribirte para no perderte nada pincha aquí 🙂

¿Se puede conseguir que no tengan celos?

Que los hermanos se peleen es algo tremendamente natural.

Lo raro, si se llevan pocos años, sería que no lo hicieran, quizás significaría que no están juntos mucho tiempo o quizás tenéis una perla en una ostra (una situación excepcional).

Cuando la diferencia de edad es mucha o el mayor es muy consciente de la fragilidad del pequeño no suele haber peleas.


En el caso de las tigris, que se llevan casi dos años, han pasado por muchas fases:

  • La fase «tengo dos mamas» (reconozco que ver como Abril cambiaba pañales o la consolaba siendo ella misma un bebé me emocionaba profundamente).
  • La fase «admiración profunda» (en la que Emma quería imitar a Abril en todo, la idolatraba y era la luna de su noche).
  • La fase «vaya hermana más molona tengo» (en la que se partía de risa con sus muecas y locuras).
  • La fase actual en la que ha aparecido la rivalidad de la mano de la complicidad  (Emma ya no se deja mimar, ya no la mira absorta como si fuera el sol, pero sigue partiéndose de risa con ella y la imita y admira muchísimo).

En la ultima fase es cuando han surgidos las peleas, los empujones, los mordiscos, los llantos y los lloros.

Eso no sale en el blog, ni en redes sociales, me niego profundamente a compartir una foto de mis hijas que en su situación no me gustaría que se publicara, tampoco es que pueda hacerla si estoy acompañando.

No es una cuestión de postureo, es una cuestión de principios, tenía Abril horas de vida cuando ya me negué en rotundo a que le hicieran fotos llorando.

Fui tajante. No compartir explícitamente fotos de momentos tristes, no significa que no existan.

Las niñas pasan 24 horas juntas, es natural que haya roces.

Simplemente no lo veis.

Por otro lado, creo firmemente que no sirve de nada que los padres nos pongamos como meta que nuestros hijos no tengan celos entre ellos.

Evitar los celos entre hermanos es como evitar que suba la marea del mar. Imposible.

Es deseable y natural que nuestros hijos compitan por nuestro amor y atención, y es aún más deseable que lo exterioricen.

Las formas de exteriorizarlo son varias, están las sutiles (regresiones a etapas anteriores del desarrollo, aumento de rabietas, llamadas de atención, pesadillas, conflictos y rabia hacia los padres,…) y están las evidentes (pegar al bebé o pedir que lo devuelvan).

No podemos evitar los celos, lo que sí podemos hacer como padres es darles las herramientas para que los gestionen, esa rivalidad intrínseca a la relación fraternal.

Presionar a los niños para que no tengan celos es poco factible, probablemente sólo consigamos el efecto contrario, que repriman sus emociones.

Y no creo que ningún padre del siglo XXI desee eso para sus hijos.

¿Se puede conseguir que se lleven bien?

El segundo punto es el más complicado de los tres, en esta sociedad parece que si tus niños se comportan de la forma esperable es gracias a tus cualidades como padre y se la lían parda eres un mojón desastre de progenitor. Juicios, culpa, y criticar, deporte nacional de este país.

No puedo estar más en desacuerdo. No podemos caerle bien a todo el mundo. Es imposible.

Y eso incluye los hermanos.

Aislar de la ecuación el hecho de que son personas distintas con sus temperamentos y gustos distintos es cosificar a los pequeños.

Hay hermanos que nunca serán los mejores amigos del mundo con padres que lo han hecho genial, igual que hay hermanos de familias desestructuradas que tienen un amigo para toda la vida.

¿Qué hemos hecho nosotros?

No hemos hecho nada en concreto, les he dado todo el tiempo compartido y a solas que he podido, les he dado espacio, les he dado amor incondicional, les he dado mis lagrimas de culpa por no darles más tiempo en exclusiva y mis risas de felicidad cuando así ha sido, les he dado mis suspiros y mis lo siento.

Y sobre todo les he dado tiempo juntas. Adoran estar juntas, casi me atrevería a decir que no saben estar la una sin la otra.

Lecturas recomendadas

Finalmente sobre los libros, hay dos que me he leído últimamente y os puedo recomendar. Lo mejor de volver al trabajo (aparte del sueldo en la cuenta corriente jeje) es poder volver a leer. Cuando estaba de excedencia me resultaba imposible, pero he vuelto a recuperar mi afición.

– El primer libro es Querer a todos por igual, de Nancy Samalin. 
El título en inglés es Loving Each One Best, algo así como querer a cada uno de la mejor forma posible.

Me lo compré cuando Abril lo estaba pasando fatal con la llegada de su hermanita, como a los 4-5  meses, pero Emma enseguida se sentó sola y el problema desapareció por arte de magia al empezar a jugar de verdad juntas y lo dejé aparcado.

Leerlo ahora ha sido una delicia, me he reafirmado en que lo estamos haciendo genial en un
80% y me ha dado claves para mejorar el 20% restante.

El libro no sirve tan solo para hermanos, sino para la crianza en general, para la vida.

Son múltiples los pasajes del libro que me han emocionado, pero me quedo con una anécdota sobre una madre que preparó una fiesta de cumple con la hermanita recién nacida, me hizo llorar a moco tendido en un vagón de metro llenito de gente:

Cuando Abril cumplío 2 añitos, Emma tenía dos semanitas, pues le montamos un fiestón tremendo, con tarta de fondant incluida (que terminamos a las 4 de la mañana), me acordaré de su carita de ilusión toda su vida, este es el tipo de cosas que se hacen por amor. Volvería a repetirlo una y mil veces (a lo mejor compraba una tarta eso sí jeje).

– El segundo Hermanos, no rivales
Al igual que el anterior es muy práctico pues cuenta las experiencias padre a padre, de sus conversaciones y dinámicas de grupo, de las autoras surge este libro.

Las experiencias de los otros padres me resultan siempre más valiosas que lo que quiera contarme cualquier experto.

En ese sentido me ha encantado el libro, pero el de Nancy Samalin me ha gustado quizás un poco más.

Los dos son dos libros estupendos y se complementan mutuamente.

Las viñetas son muy explicativas y me ha hecho reflexionar profundamente.

– El cerebro del niño
Un libro estupendo, que explica como es el cerebro de los pequeños desde el punto de vista de la neurociencia, tengo pendiente una reseña en profundidad  (cuidado con algunos pasajes, no es DP).

– Finalmente como libros infantiles recomiendo (junto con los que publiqué para preparar al hermanito aquí):

NOTA: Actualmente podría recomendar algunos más 🙂

Todos sois mis favoritos:  Un libro precioso y muy tierno para explicar que cada hermano es un único

Siempre te querré pequeñín: Un texto muy dulce en el que el zorrito la lía parda y la madre reacciona de 10 con una moraleja preciosa y amor incondicional a tope

El Emocionario (a partir de los 3-4 años) Fabuloso libro que explica las distintas emociones que tenemos las personas y como expresarlas (os lo mostré aquí)

The Feelings book: Un libro lindiismo de Todd Parr que anima a expresar siempre las emociones que sentimos.

Cambalache: Un libro divertidísimo para normalizar el sentimiento ambivalente que tenemos a veces hacia nuestros seres queridos (os lo mostré aquí)

Espero que os haya resultado útil, la semana que viene (o en un ratito si sois suscriptores) tendréis la segunda parte, con 20 consejos prácticos. Si os ha gustado, sed generosos y compartir en vuestra red social 🙂

*Links afiliados (recibimos una pequeña comisión si compráis a través de ellos)

¡Espera un momentito!

Suscríbete a la newsletter para descubrir contenido exclusivo y ser de las primeras personas en enterarte de todo lo nuevo 🙂

Bei M. Muñoz será responsable por tus datos, se enviarán a Mailrelay, para enviar boletines con información, novedades, promoción de productos y/o servicios propios o de terceros afiliados quienes me aseguran cuidar tus datos personales, no cederlos a nadie, y respetar todos tus derechos. Tienen sus servidores en Estados Unidos y están suscritos al protocolo Escudo de Privacidad. Podrás darte de baja en cualquier momento y ejercer cualquier derecho que tengas relacionado con la protección de tus datos según se describe en mi política de privacidad.

 

Pin It on Pinterest

Share This