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Cuando Abril tenía unos 7 meses nos apuntamos a un curso de Lengua de signos para bebés, nos dieron muchas claves para poder signar con ella, tenía muchas ganas de comunicarse y se frustraba mucho si no lo conseguí. Con un añito ya hablaba bastante y con año y medio ya teníamos verdaderas conversaciones, así que los signos quedaron relegados. Emma es muy distinta, no se frustra y se hace entender directamente con las 4 palabrejas que domina. Hemos usado los signos también y es muy gracioso ver como signa dormir, comer o hablar por telefono. Hoy os traigo una entrevista  a Ruth, fundadora de Otanana y muy buena amiga, sobre lengua de signos para bebes 🙂 Espero que os resulte útil 🙂

¿Cómo se te ocurrió fundar Otanana?
Cuando nació mi primer hijo solicité una excedencia de dos años para estar en exclusiva con él. Trabajaba de Intérprete de Lengua de Signos en Institutos Públicos de Secundaria, con personas sordas y sordociegas. Cuando mi pequeño cumplió 6 meses empecé, junto a mi chico, a mostrarle los signos a ver qué tal. Con 9 meses empezó a signar claramente “dormir”, “bañarse” y “comer”, relacionándolos con su significado. A partir de ahí comenzó a ampliar vocabulario y a pedirnos lo que quería o necesitaba. Nos pareció una gran herramienta. Cuando nació su hermana yo ya tenía la idea de la página web en la cabeza desde hacía un par de años, así que decidí no retrasarlo más y compartir mi experiencia de este gran recurso con todo el mundo. Con mis hijos he aprendido muchísimo sobre el uso de los signos, como que no sólo sirven para comunicarnos necesidades sino también para que nos puedan contar muchísimas otras cosas.

Tienes dos hijos, ¿has notado diferencias en el uso de signos con ambos?
He usado los signos con los dos y sí he notado diferencias. El mayor empezó con signos de rutina y poco a poco fue ampliando vocabulario de su día a día. Usaba los signos relacionándolos muy bien con su significado y le ayudaban a detectar sentimientos como sueño o cansancio… La pequeña tardó algo más porque su hermano mayor le estaba todo el día diciendo cómo se hacía esto y lo otro en signos. Cuando empezó, ¡a los 12 meses!, nos dijo de golpe un montón de signos y no todos relacionados con la rutina. Empezó a signar gato, fuego, manzana, caballo… Ella nos ha comunicado mucho más que necesidades a través de su pequeñas manos, como cosas que pensaba o recordaba… Eso ha hecho que entre nosotras se iniciaran pequeños diálogos y hemos vivido y vivimos momentos muy divertidos. El vínculo que se crea entre los hermanos es precioso. Ahora la pequeña tiene 22 meses y aunque ya empieza a usar algunas palabras, todavía los usa.

¿Te has encontrado algún caso de algún niño que no quisiera signar?
He tenido consultas online de peques que no signaban. De momento siempre hemos encontrado el porqué. Algunas veces los signos que le estaban mostrando no eran los adecuados a su edad o al bebé no le interesaban. Otras veces la manera en la que se los estaban enseñando no era la más idónea… La gente que me ha escrito después de una sesión y de haber seguido unas pequeñas pautas, ha sido para contarme que el peque ya había empezado a signar.

¿A qué edad se puede empezar? ¿Y hasta cuándo?
Realmente se puede empezar desde que son muy bebés. No obstante yo recomiendo empezar a partir de los 6 meses y cuando el bebé ya empieza a realizar algunas acciones para comunicarse con el mundo a su manera. Normalmente el bebé no empezará a signar hasta los 8 ó 9 meses de edad. Recomiendo esto porque es un método que funciona y no quiero que las familias se cansen y tiren la toalla por comenzar demasiado pronto.
Se puede usar hasta que el bebé o niño deje de utilizarlo. Es un método que se combina con las palabras. Cuando el niño empieza a hablar, poco a poco empieza a dejar los signos más apartados hasta olvidarlos finalmente. Es un recurso válido para niños más mayores ya que el aprendizaje del habla es muy complejo. Cuando las criaturas empiezan a hablar, muchas veces a nosotros nos cuesta entender su “lengua de trapo”. Los signos sirven para diferenciar una palabra de otra muy parecida, por ejemplo, o para poner nombre a una palabra que acaban de aprender y no saben pronunciar bien pero sí signar… Por poner una temporalidad diría que hasta los 3 años aproximadamente, aunque depende mucho de cada peque, de si hay hermanos pequeños, de su propio interés…

¿Por que prefieres usar lengua de signos española a la alternativa americana?
Cada país tiene una lengua de signos. En España hay dos: la LSE (Lengua de Signos Española) y la LSC (Lengua de Signos Catalana). Yo empecé usando los signos de la LSE porque ya los conocía. El peque va a imitarnos, no sabe si es LSE, ASL (American Sign Language)… Cualquier signo es válido, pero es verdad que muchos de ellos están relacionados con la cultura y la nuestra es bastante diferente a la americana. Además teniendo una Lengua de Signos aquí… ¿por qué usar signos de otro país? Quizás les sirva más adelante para poder entenderse con una persona sorda de aquí. Aún así realmente pienso que da igual qué lengua de signos les enseñemos cuando el objetivo sea mejorar el vínculo y la comunicación.

A algunos padres les preocupa que se acomoden en los signos y tarden en hablar, ¿cómo les tranquilizas?
Las ganas de comunicarse de las criaturas son asombrosas. Son ellos los que empiezan a hacerlo a través de sus manos y su cuerpo. Cuando empiezan a hablar mezclan signos y palabras. Los signos son sólo un recurso, así que cuando con las palabras llegan antes a decir lo que quieren expresar, se olvidan de los signos poco a poco. Es un proceso muy natural. Yo siempre lo comparo con el gateo. Cuando van perfeccionando la forma de andar y se sienten seguros dejan de gatear. Con los signos pasa lo mismo.

Además de la faceta de intérprete de lengua de signos eres doula, ¿cómo se combinan ambas facet
as? ¿Cómo conciliais en vuestra familia?

Realmente hace poco que he retomado el acompañamiento como doula en el parto. Hasta ahora sólo acompañaba embarazos y pospartos porque son visitas breves que podía compaginar con ser madre de dos, al igual que los talleres que ofrezco. Tengo la suerte de tener a mi chico trabajando en casa. Tiene bastante flexibilidad para poder cubrirme cuando surge algo. Es de esta manera como puedo asegurar a la madre mi atención y disponibilidad en la guardia, por ejemplo. También porque trabajo con una compañera y nos cubrimos entre nosotras por si hay algún imprevisto.


¿Cómo ves el futuro Ruth? ¿Nos darás la primicia de un nuevo bestseller?

Jajajaja, bueno estoy escribiendo un librito, sí. Es más bien un manual sobre el uso de signos con bebés y niños pequeños para favorecer el vínculo y la comunicación. Te aseguro que es un libro llenito de amor porque he escrito cada letra con Emma dormida en la teta. No aspiro a bestseller, aunque sí espero poder llegar a más gente y aportar mi granito para mejorar la vida de algunos bebés y sus familias. Espero anunciar dentro de poco que ya está disponible. Te enterarás porque lo pondré en la fanpage de Otanana, en el Blog, en twitter… y estaré feliz de gritarlo a los cuatro vientos.

Estoy loca por verlo Ruth, muchas gracias por tu tiempo 🙂

¿Y vosotros, os animáis a enseñar lengua de signos a vuestros bebés?
Feliz miércoles 🙂

¡Espera un momentito!

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